Tenías un plan estratégico para llegar a tu objetivo. En él, especificabas paso a paso cómo conseguir tu visión pero cometes un gran error que desmonta todas las ideas iniciales que tenías. ¿Y ahora qué? He aquí una historia que te abrirá la mente.
Lo que se supone que tiene que pasar, no pasa.
Claire Segeren vivía en Toronto, Canadá y, con 22 años, se fue a esquiar a los Alpes franceses donde conoció a Cal Hunter, de Hull, Inglaterra. Ella se suponía que iba por cinco meses pero, a pesar de su intención inicial, se quedó en Francia.
Durante una temporada, viajaron en coche por toda Europa acampando donde les apetecía. De vez en cuando, hacían alguna visita a la familia y trabajaban en los Alpes para conseguir algo de dinero.
En 2018, ella fue aceptada en la Universidad de medicina de Glasgow pero no pudo acceder porque las tasas de matrícula para los estudiantes internacionales eran demasiado altas.

En lugar de matricularse en la facultad, decidieron comprar un apartamento de dos dormitorios en esa ciudad que estaba a la venta en una subasta. Aunque no tenían suficientes ahorros, contaban con el apoyo de los padres de ella.
La idea era reformarla y venderla a la vuelta de un año, devolviendo el dinero prestado. Con las ganancias, querían comprarse su hogar. Ése era su objetivo final: tener un hogar. Pero tuvieron poca imaginación a la hora de buscar cómo hacerlo posible.
En cualquier plan, hay un deseo inicial. ¿Cuál es el tuyo? Echa la mirada atrás.
Las cosas no ocurren como se planea para ampliar la visión.
El día de la subasta, octubre 2018, en cada asiento, había un folleto con información de todos los lotes, y, al frente, había una pantalla donde aparecía el número correspondiente.
Cal fue solo y, entre el acento de los subastadores y que hablaban muy rápido, tuvo serias dificultades para entenderlos. Cuando llegó el momento del que creían que era el piso que la pareja quería comprar, la pantalla falló.
En el listado, había un edificio que se vendía en tres lotes separados pero, en el folleto, no lo especificaba y, casualmente, una de esos lotes se subastaba justo antes del piso de Cal y Claire. Él pensó que estaba haciendo una oferta por el apartamento de Glasgow. Pero no era así.
Se dio cuenta de que algo pasaba cuando levantó la mano para la oferta inicial y nadie más pujó. Y, aunque no había firmado nada, su oferta ya era legalmente vinculante.
Rápidamente llamó a Claire para contarle lo que había pasado. Ella vio la propiedad en Google Streetview y pensó que tampoco era tan mala idea. Pero las fotos que estaba mirando no estaban actualizadas y la realidad era que habían comprado una mansión victoriana de 1901 en ruinas que llevaba 30 años abandonada.
Estaba en Sandbank, Dunoon, a una hora y media en tren y un ferry de Glasgow. A unos 60 kilómetros de distancia del lugar planeado. Y sólo habían comprado una parte de la mansión que estaba subdivida en 4 apartamentos.
Después de este lote, se vendió el apartamento de dos habitaciones en el centro de Glasgow que ellos buscaban pero no podrían haber tenido acceso a él puesto que se subastó por 100.000€ y ellos sólo contaban con 45.000€. Así que lo que planearon no hubiera tenido lugar aunque no se hubieran equivocado.
Aunque aún no lo veas, para tu fortuna, las cosas no están aconteciendo como planeabas porque tu forma de planificar no tiene en cuenta tus talentos ni tu capacidad de crear abundancia. Y la vida sabe que tienes un genio dentro pendiente de activar.
Estaban delante del reto personal de convertir esa propiedad en la casa de sus sueños. Sin embargo, cuando visitaron por primera vez la propiedad recién adquirida, conocida con el nombre de Jameswood Villa, se dieron cuenta de que las fotos no mostraban todos los problemas que tenía y que necesitaba mucho más que mejoras básicas. Tenía graves problemas estructurales. Aún así, después del shock, pusieron su energía en su visión.
Tardaron cuatro meses en localizar a los otros tres propietarios. A los seis meses, habían logrado comprar el inmueble al completo por 57.000 dólares. Y, hasta verano de 2023, no pudieron vivir oficialmente en lo que ahora es su hogar.
Tras quince años de buscar respuestas a muchas preguntas, ahora, es cuando tienen muchas certezas. Saben que se cruzaron con muchos expertos que estaban equivocados y que tienen habilidades que desconocían. Además, gracias a la experiencia vivida, disponen de mucha sabiduría que pueden compartir. No sólo tienen la casa de sus sueños sino una profesión que nunca imaginaron en los inicios y una relación de pareja con confianza plena.
Lo que de primeras parece un gran error puede ser la puerta para llevarte al infinito y más allá si lo permites.
Los grandes errores no se pagan caros sino que te llevan a un proceso de sanación profundo para, después, vivir un sueño que ni habías imaginado.
Kristen Moore
Ahora recuerdan con cariño aquella confusión que les metió de lleno en la mayor aventura de su vida.
Mientras construían su hogar, su relación ha crecido y han aprendido mucho el uno del otro. Para llegar hasta la línea de meta, han descubierto partes de sí mismos que nunca antes habían mostrado que les permitió ampliar su visión inicial.
Un aparente error es capaz de cambiar tu vida para convertirla en lo que nunca habías imaginado. Si lo permites, una gran equivocación puede darte acceso a un éxito con sentido que te llene el corazón tras espantar muchos miedos.