La falta de salud mental en números

Según el Ministerio de Sanidad, en 2022, los trastornos de la ansiedad afectan al 10% de la población, el doble a mujeres (14%) que a hombres (7%), y afectan a 3 de cada 100 menores de 25 años, en los que constituyen los problemas de salud mental más frecuentemente registrados.  

problemas salud mental

Los problemas de salud mental más frecuentemente registrados en las historias clínicas de atención primaria son los trastornos de ansiedad, seguidos de los trastornos del sueño y de los trastornos depresivos con una tendencia creciente en los últimos años.

trastornos de ansiedad según la edad

La prevalencia de estos trastornos aumenta con la edad, afectando más a las mujeres que a los hombres en todas las edades.

trastornos de ansiedad según la comunidad

La comunidad Valencia fue la región en la que se prestaron más casos de trastornos de ansiedad en 2022.

problemas salud mental menores de 25 años

En la infancia y en la adolescencia (en los menores de 25 años), los problemas de salud mental más frecuentemente registrados también son los trastornos de ansiedad, seguidos de los trastornos específicos del aprendizaje y los problemas hipercinéticos; presentando una tendencia creciente en los últimos años. 

Ansiedad

Etimología
Proviene del latín anxietas,
que significa "angustia, aflicción".
Esta palabra, a su vez, deriva del latín angor y el verbo ango ("estrechar, oprimir")

La ansiedad: Un problema de todos que crece

Un día cualquiera sientes que ya no eres quien eras. Las emociones campan a sus anchas, sin control y sin una causa racional. ¿Dónde quedó tu positividad desbordante? El dolor se apodera de ti y te introduce en un infierno. Estás en un pozo muy profundo del que no sabes cómo salir. Es una pesadilla.  Eras una persona ganadora y esta sensación parece una maldición. Antes nada te podía detener. Eras a prueba de bombas.

Todo iba viento en popa y, de pronto, tu barco se está hundiendo.  Además de toda la sintomatología, te sientes culpable. Parece el fin del mundo. Hasta hace dos días, podías con todo, y ahora has entrado en barrena y no ves la salida. En un abrir y cerrar de ojos, estás en caída libre. Contra las cuerdas. 

Un corazón herido contra las cuerdas

La ansiedad: Una espiral sin salida aparente

Tu mente ha generado un círculo vicioso del que te resulta complicado salir. Algo te asusta. Puede que ni esté presente el elemento de la discordia. A partir de pensamientos basados en tu experiencia del pasado, tu preocupación sube, lo que incrementa la sintomatología y, con ello, empeora tu estado de alarma y tu salud. Así se inicia una espiral que va subiendo de intensidad como si fuera un huracán aunque sea producto de la imaginación

A pesar de las manifestaciones externas, los médicos te confirman que no tienes ninguna enfermedad orgánica ni una carencia de ningún neurotransmisor ni un defecto en tus mecanismos neurológicos. 

Ahora ya tenemos un diagnóstico. «Es ansiedad.» Poner una etiqueta a lo que sentimos reduce temporalmente la actividad emocional de nuestro hemisferio derecho porque nuestro cerebro tiene la sensación de entender y eso le relaja, pero es sólo un parche porque no nos estamos ocupando del problema. 

La clave está en que la ansiedad aparece cuando pierdes la estabilidad y el equilibrio porque tienes miedo al miedo o  tratas de huir del dolor psíquico que almacenas.

Aunque  no lo veas, la ansiedad es la oportunidad de encontrar profundidad en tu vida y hacer un reseteo en tus células. Por eso, a veces te sientes bien y otras mal. Algo dentro de ti sabe que viene a tu rescate para conectarte a un éxito con sentido

Preocupación

Etimología
Proviene del latín praeoccupatio, que significa "ocupación anticipada o acción de tomar posesión antes de tiempo"

Sensación de irrealidad o desrealización

En tu día a día, aprendes a disimular que estás mal y te conviertes en un muy buen intérprete. Tanto, que sin darte cuenta, creas una vida a base del personaje. Normalizas vivir sufriendo. Aguantando. Pero tu corazón no está de acuerdo. Te acostumbras a comportarte como si nada ocurriera hasta que, al final,  petas. 

De tanto cubrirte de mecanismos de protección, te miras en el espejo y no te reconoces. Tu reflejo deja en evidencia que las cosas no son lo que parecen.

Para prestar atención a este malestar que sientes, la ansiedad te fuerza a quitarte el disfraz que te pusiste y a reconciliarte con tu ser auténtico. 

Algo no funciona. Dudar de todo es el primer paso para iniciar un proceso de reseteo profundo, donde vas a recolocar cada pieza en su lugar.  Sientes miedo porque no sabes quién eres si te quitas las máscaras y eso asusta. Estás hecho un lío pero más cerca de estar empoderado. Te diriges a dejar de ser actor y empezar a protagonizar tu vida.  La ansiedad te está desnudando. Y, simultáneamente, vas a acceder al súper poder de despelotar a los demás. Estás activando tu sensibilidad para darte mucha más información valiosa de la que recibes.  

Despersonalización

Nuestra esencia es mucho más que el cuerpo que representamos y las etiquetas que nos ponemos (la profesión o un puesto específico, el físico, la edad, ser progenitor  pareja de,…). Tu alma te fuerza a verte desde fuera, sin cuerpo, como un observador, para que dejes de ponerte límites innecesarios.  Te centraste en algo para evitar tu lado humano y te asusta sentir. 

Tienes todo en la vida pero no eres feliz porque seguramente estés en el concepto de éxito de otra persona que nada tiene que ver contigo. Has dado muchos pasos aparentemente equivocados pero, sin ellos, no estarías donde estás. A punto de decidir  de nuevo. Fueron perfectamente necesarios. 

Creías que no tenías miedo a nada porque dejaste de sentir. Así te estabas perdiendo muchas cosas importantes. Ahora estás listo para hacerte preguntas existenciales y recuperarte.

La forma de encontrar el sentido de la vida pasa por hacer una mirada profunda de conjunto sin juzgar. Gracias a ella, puedes observar que ya vivías en estado de alerta antes de que empezaras a somatizar y que, cuando te quitas etiquetas, tu autoestima se debilita.  

Llamabas poder y amor propio a soportar.

Claire Weeks buscó soluciones para ella y después las compartió

Cuando Claire Weeks era estudiante de medicina, allá por los años 30, padeció durante muchos años ansiedad lo que le dificultó su día a día. Para salir de la sintomatología que padecía, se topó con un método aparentemente infalible. A continuación, te expongo los 4 pasos que propuso y que le funcionaron, pero le añadiré una actualización en base a mi propia experiencia y a la información científica que se ha obtenido desde entonces. Las teorías de esta investigadora fomentan que las personas sean fuertes y especiales, y, como ya he explicado en otros posts, esta fórmula no es sinónimo de empoderamiento.  Así que le daremos un toque a su visión para que dé mejores resultados. 

Desensibilización neuronal

Su método propone una exposición constante y persistente a los estímulos negativos que consiguen hacerte sentir mal para que el cerebro deje de percibirlo como algo peligroso. De este modo, paulatinamente la sintomatología desaparece una vez que la mente comprueba que no hay ningún león del que protegerse. 

Paso 1. Exponerse.

Al primer paso, Claire Weeks lo llama afrontar. Utilizar este término implica darle la razón a nuestra mente que piensa que tiene de frente a un enemigo. Objetivamente no hay ninguna guerra y tampoco existe tal adversario. Tu mente está fuera de combate porque no lo hay. Así que no necesitas sacar las armas ni ser invencible

Dentro de ti, hay ideas irracionales sin un sentido porque están sacadas de contexto. No tienes la culpa de lo que estás atravesando pero tienes el poder de sacarle partido.  Para ello, deja que la Caja de Pandora se abra y no te escondas del malestar. 

Por defecto, el cerebro evita todo lo que asocie con dolor, y no distingue entre presente y pasado.  Cree que lo de ayer será lo mismo que sucederá hoy. Por ello, el primer movimiento hacia la liberación de la ansiedad es exponerse a lo que nuestra mente cree que le hará sentir desprotegido. Así le muestras que es mentira. Pero si te asustas y sucumbes a la escenificación, le das la razón a tu mente y no sales de la ilusión. 

La determinación que utilizabas antes para salir a la vida ahora has de emplearla para mirar dentro de ti y exponerte a lo que te da miedo porque no te dejará secuelas negativas. Todo lo contrario. Te llevará a sentir más amor porque una vez que espantes ciertos fantasmas, tendrás más sitio en tu corazón. 

Determinación

Etimología
Proviene del latín determinatio, formado por el prefijo de- (de arriba a abajo), el verbo terminare (poner un límite) y el sufijo -cion (acción y efecto). Luego puede traducirse como "poner precisión".

Paso 2. Aceptar

El siguiente movimiento implica cambiar tu filosofía de vida. Lo que significa que se acabó el luchar, el huir, el vivir deprisa, siempre haciendo y resolviendo, o el tratar de controlar todas las variables.  Toca pararse, incluso rendirse y no hacer nada. Sin exigencias para escuchar lo que hay detrás del malestar. Tira la toalla y siente para anotar el mensaje del dolor.  

Poner conciencia a lo que trata de decirnos y contemplar su falta de realidad favorece que nos reseteemos por dentro y que, una vez trasmitido el mensaje, la ansiedad remita. 

En esta etapa, las células de tu cuerpo observan lo valioso que es sentir. Aunque a momentos te parezca que vas a enloquecer o a morir. 

Paso 3. Confiar

Claire lo llama flotar porque es como si lentamente las emociones te llevaran.  Pon presencia y amabilidad a lo que tratan de expresarte. Con delicadeza y mimo, la mente irá recuperando el equilibrio y el control. 

Al exponerte, te lanzas al vacío o te dejas caer. Da vértigo, pero, en el camino, irás sacando a la luz un poder interno que viene de muy dentro. No tienes nada que arreglar en ti. Sólo te rindes de seguir siendo un figurante. 

Tampoco necesitas ser salvado. El empoderamiento real irá resurgiendo sin más y te ofrecerá una seguridad independiente de las circunstancias. A mayor resistencias a tu poderío, más largo será el proceso y más duro te parecerá. 

Perderá un poco de fuerza tu lado racional y le permitirás su lugar a tu intuición. Alcanzando el verdadero sentido común y dejando que las emociones te abran el corazón

Sufres porque no confías. Resistes y sólo cedes cuando te agotas de sufrir. Confías cuando ya no te quedan fuerzas. Te cuesta aceptar que la respuesta muchas veces es «nada» («No sé nada.» «No tengo que hacer nada.» «No tengo nada que decidir.»)  

Cuando te agotas de sufrir y ya no te quedan fuerzas, sólo puedes optar por confiar.

Paso 4. Renacer

Claire define esta etapa como Dejar pasar el tiempo pero no se trata de tiempo. La ansiedad te fuerza a renacer. Imagina que estás en un útero protegido a pesar de lo que acontece. La ansiedad desaparecerá tan pronto como confíes en tu poder interior y aceptes la nueva filosofía de vida. Ese momento llegará tan rápido como tú elijas. Puede ser instantáneo o tardar años. 

No es un premio que te ganas a pulso después de mucho tiempo de esfuerzo ni has de pagar un precio por conseguirlo. Tampoco es una situación que superar y olvidar.   No estás apostando ni arriesgando ni tienes nada que demostrar. Y mucho menos estás luchando contra la ansiedad.  Ella sólo te fuerza a que vayas en una única dirección: La de dejar morir algo que estaba en ti pero que nunca fue real y que ya te no sirve. Estás permitiendo la fortaleza de tu sensibilidad y de tu vulnerabilidad

Lo que aprendes gracias a la ansiedad

Se dice que el cerebro consume el veinte por ciento de la energía disponible en el cuerpo (alrededor de 20 watios de energía al día, lo que equivale a unas 500 kilocalorías)  y, sin embargo, sólo representa el dos por ciento del peso promedio de una persona. ¿En qué gasta toda esta energía? 

El cerebro consume la inmensa mayoría de la energía que utiliza en tratar de prever el futuro. Para ello, elucubra, imagina, alucina, sueña, inventa planea,… En definitiva, no está presente. ¿Qué muestra la ansiedad?

Que te cansaste de batallas, de victorias, de derrotas y de esfuerzos agotadores. La inflexibilidad se instauró en tu vida sin darte cuenta mientras cogías el peso de tomar muchas nuevas decisiones, y ya no puedes respirar. La ansiedad te enseña que hace mucho que tienes ira contra ti. Y esa energía retenida busca cómo reconvertirse en amor propio.  ¿Cómo?

No se puede vivir en estado de alerta permanente. Analizando y pensando en los «por si acaso». Con acciones preventivas o estando siempre listo para los posibles desastres. Sin darte cuenta, por un tiempo, has naturalizado estar en los infiernos pero esto va a cambiar. 

La ansiedad te abre la puerta a un mundo de infinitas posibilidades que ahora no ves.  Puedo ser tu traductora de lo intangible en ese viaje para que dejes de ir con el freno de mano puesto. 

Economía para Bruj@s
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