Las heridas emocionales que todos llevamos dentro, junto con muchas creencias equivocadas, generan que tengamos normalizado perseguir sueños que nos importan poco y permanecer donde nos anestesiamos. Deseando sin sentido y ocupados en lo intranscendente mientras la vida se nos escapa.
Estamos preocupados porque decimos que el tiempo es oro pero, después, en perspectiva, en muchas ocasiones, lo desperdiciamos deseando sin coherencia y sin corazón por nuestros traumas del pasado.
A las puertas de la muerte, solemos darnos cuenta de nuestros errores del pasado a la hora de desear y de decidir.
Deseos extraordinarios gracias a un guerrero con su escudo.
Tienes un deseo ardiente e inquebrantable que te convierte en un guerrero que ha de enfrentarse a numerosos obstáculos. La obsesión por una idea clara te lleva a afrontar contratiempos. Con auto exigencia y perseverancia. Incansablemente y sin nunca rendirte. Con un compromiso pleno que te hace dedicarte por entero a tu objetivo. Especificando planes de acción bien definidos. Dándolo todo a cambio. En pro de logros extraordinarios en tu mente.
Siempre hacia adelante
Con paso firme. Con determinación para conseguir lo que te has propuesto. Esforzándote para alcanzarlo. Apostando todo a una carta conocida. Y sin posibilidad de ceder a la idea inicial. Tratando de convencer a cada individuo mientras apuntas más alto. Buscando nuevas aspiraciones hacia las que moverse.
Enfrentando los fracasos como pérdidas y frustración. Y, poniendo más energía hacia el frente, en lugar de parar a redefinir las particularidades de tus deseos que creías tuyos pero que no lo son. Y no te es indiferente pero aún no te has dado cuenta.
Quieres estar en un escenario distinto del que estás pero, en lo sutil, implica separarse de quien eres y del aprendizaje que esa situación incómoda puede ofrecerte. Estás atento a nuevas oportunidades que no quieres dejar escapar y anhelas algo mejor. Estás a disgusto en tu día a día y no puedes ver el regalo de lo que ya estás viviendo.
Cuando finalmente alcanzas la meta, la satisfacción que te produce no es la que esperabas o lloras de alegría.
¿Llegaste sin remordimientos?
¿Puedes mirar atrás y no arrepentirte de algo?
Para garantizar los resultados predefinidos, accediste a actitudes protectoras de «mis debilidades». También aceptaste posibilidades insatisfactorias en lugar de negarte ante cualquier manera que no respetara esos detalles que no tuviste en cuenta cuando definiste el plan. Y te olvidaste de que está permitido perder la esperanza temporalmente.
La aparente confianza en ti mismo se forjó por lo que hiciste y conseguiste en vez de por lo que eres y mereces por el hecho de existir. Por ello, caminaste haciéndote fuerte y sin permitir tu vulnerabilidad.
Dando pasos pensando en un futuro que no te tenía en cuenta. Sin atender el presente y las opciones inesperadas de abundancia que ya tenías si mirabas bien pero que no estabas disfrutando. Definitivamente, decidiste sin creerte merecedor de recibir si no había a cambio un sacrificio previo.
¿Cómo se desea lo que
no sabes que existe?
¿O cómo se descarta algo que estás convencido
de que es de una manera
pero estás totalmente confundido sin saberlo?
¿No te ha pasado que te dices que «Ni de coña…» harías algo y terminas en eso como por arte de magia. Y, para tu sorpresa, las cosas no eran como esperabas sino mucho mejor o, al menos, totalmente diferentes a tus expectativas previas.
A mí me ha pasado muchas veces. Afirmo desear algo súper convencida y me frustro porque no pasa. La vida me lleva por donde aseguré que no quería ir. Y, si soy honesta y me pongo a hacer una lista de los pequeños detalles que para mí eran importantes en ese momento, cumplía al 100% con lo que deseaba en ese momento e incluso me daba mucho más de lo que pedía.
Por este tipo de situaciones, al final, entendí que era una ignorante y una desconocedora de las infinitas posibilidades que la vida tenía para ofrecerme. Así, opté por aparcar mi lado controlador.
¿Cómo puedes conocer
la forma específica de
tu infinito destino?
Cambiemos de táctica: Deseando sin poner barreras al corazón. Con una ambición sana.
Tienes una idea que siempre te ha parecido una realidad aunque aún no esté pasando pero, muchas veces, tiene una forma vaga. No actúas porque esa imprecisión te desanima. La abstracción descoloca a tu mente. Pero los detalles de esa idea sin forma son tan reales que no te los puedes quitar de la cabeza.
O puede que aún tengas una niebla en tu mente con la que no ves ninguna opción. No importa.
Riesgo
Etimología
1º Paso: Arriesga. Sin miedo a perder.
Sabes que tu presente no es tu deseo. Estás dispuesto a que se cierren de manera definitiva las puertas que ya no te sirvan. Y te comprometes a no abrir otras para «por si acaso». Alejandro Magno o Hernán Cortés te dirían: «¡Quema las naves!«
No tienes claro cuál es tu sitio pero estás animado o animada a iniciar un viaje para descubrir cuál es tu sueño. Quieres dejar de silenciar a tu corazón.
Y, aunque temes perder, te garantizo que lo real no se irá a ningún lado.
Inspiración
Etimología
2º Paso: Espera la inspiración y después actúa
Cuando estés decidido o decidida, la vida te devolverá los pasos a seguir. Uno a uno. Pero hay un «pero» y no te gustará oírlo. La inmensa mayoría de las veces tus decisiones te llevarán al fracaso desde la apariencia porque, en lo profundo, esas experiencias tienen una razón de ser muy importante. Te ayudan a conocer qué se mueve dentro de ti en esos escenarios para poder recolocarlo. En perspectiva, comprobarás que el fracaso no existe.
Donde parece que has perdido, se despierta tu genio. Quién eres cuando pareces un don nadie es una información muy valiosa que te conecta con tu esencia. Atravesar estas aparentes derrotas te llena de una sabiduría imposible de adquirir de otro modo.
Estos supuestos pasos erróneos tienen una función y lo que deseas con corazón está justo detrás. Previamente has de sanar heridas profundas de rechazo y abandono.
hasta que tengas el coraje de perder de vista la orilla.
En momentos difíciles, respira
No puedes dar marcha atrás porque el pasado no es tu deseo. En eso, tienes certeza. Aún cuando el futuro te parece horrible o difícil.
Tienes derecho a detenerte, a cansarte e incluso a estar agotado porque estás reseteando por dentro para poder materializar tu idea vaga.
¿Te gustaría desistir? Está permitido rendirse pero no desconectarse del corazón. Por eso, respira y escucha. Permítete oír las instrucciones que vienen de muy dentro aunque no tengan una lógica aparente. Es un impulso intangible, inamovible y particular. Fiel a ti que has de seguir.
Después, confía aunque en la apariencia no esté pasando nada. No hay necesidad de insistir en tu propósito sino ten ansias de mirar dentro y recolocar. Habitan en ti limitaciones en la manera en la que concibes el mundo. Y hay muchas cosas en las que te mientes.
Ten por seguro que aún hay un tapón que has de descorchar antes de que fluya la abundancia que tienes en mente. Has de deshacerte de todas las creencias que te hacen creer que es imposible lo que, en realidad, te está esperando.
Cuando tropiezas, se caen verdades que creías incuestionables y aparecen ideas novedosas que te hacen ver tu error en la comprensión, y que te devuelven la inspiración. Ahí, compruebas que te caíste porque te estabas traicionando.
Por defecto, cuando no sabes qué hacer, tu cerebro opta por no hacer nada. Sabiendo esto, no dejes que tu mente perezosa maneje tu vida. No caigas en ese error. No dejes que otros decidan por ti porque tu corazón sí sabe qué hacer.
Cierra los ojos, escucha y elige. Puede que al principio sea sólo un susurro. Aún así, no optes por la opción que parezca la predeterminada. Cierra los ojos, respira y elige. Aunque tu decisión final te lleve al conflicto o a cometer errores. Por muy difícil que sea la decisión, cierra los ojos, escúchate y elige. Los demás no saben más que tú de lo que es lo más conveniente para ti. Por eso, cierra los ojos, sólo respira y elige. DESEA CON CORAZÓN. Es la forma de moverse teniéndose en cuenta y avanzar bien.
En el camino, recuérdate que estás desvelando tu manera particular de ser feliz mientras te redescubres. Haz el viaje con confianza y rompiendo el manual de instrucciones. Así darás permiso a coincidencias increíbles y sorpresas que te dejarán en shock. Y ten por seguro que lo que llamamos «suerte» acostumbra a llegar rodeada de amor y después de encajar la verdad.
Último Paso: Acceso a tu manera particular de ser feliz
Tu manera de lograr un éxito con sentido surgirá de forma inesperada o fruto de una aparente casualidad. Mientras las aparentes dificultades se reconvierten en una ventaja y gracias a que los imprevistos te fuerzan a sacar a la luz tu encantadora locura.
Seguir un pálpito es la manera eficaz de lograr resultados extraordinarios acortando plazos en la obtención porque actuar de manera inesperada fomenta la magia. Se supera lo imaginado.
Al final, te das cuenta de que desear con corazón ha sido como plantar una semilla desconocida, que va germinando mientras regenera tu interior y tu vida. Y te lleva al infinito y más allá.
Codicia
Etimología
Poco a poco, vamos dejando de lado nuestros 5 sentidos porque sentir nos duele. Construimos una vida en la que no somos felices y las ganas de vivir se van apagando. Olvidamos que los sueños se acercan cuando se siente.
serás criticado de cualquier forma.
Históricamente, desear se convirtió en pecado cuando nos empezó a alejar de lo que realmente nos importaba. Así nuestro corazón se llenó de culpa, y se cubrió de una capa de control y autodisciplina. Dirigido por una mente de sacrificio pero perezosa. Desando para destacar y para ser adorado por falta de empoderamiento.
El único precio que se paga por desear desde el corazón es el de ser coherente y honesto con uno mismo, pero implica deshacerse de mucho que crees que eres sin ser cierto. Sin este paso previo, no se está preparado para recibir lo que se desea de verdad.
